sábado, 21 de agosto de 2010

ENTREVISTA A TONY LEVIN






LA PALETA SONORA DE TONY LEVIN













por Warren Murchie

traducción de Sebastián Caffini


En su vida y en todo lo que hace, Tony pinta con un pincel más ancho. Como inventor, artista, fotógrafo, consumado músico y escritor, todo lo que toca parece resultar levemente superior. Inclusive su página web (de la cual te damos su dirección al final de esta entrevista) es un emprendimiento épico que te proveerá horas de sorpresa, sonrisas y conocimientos. Nada de esto proviene de ninguna necesidad de presumir; simplemente es una manifestación de su irrefrenable atención a los detalles.
Para el oyente, una de las puertas más directas hacia la naturaleza del músico, la clase de bajista que es Tony, bien podría ser King Crimson. Lo que no significa que Tony se encuentre limitado a un determinado estilo o formato de música. Ya que hablamos de su página web, atrévete a consultar su discografía allí. Siendo que abarca literalmente miles de grabaciones en discos de más de cien artistas, lo primero que a uno se le viene a la mente es preguntarse: ¿de dónde saca tiempo para hacer todo lo que hace?

Volveremos sobre esto más adelante...

King Crimson, actualmente bajo la estructura grupal que a ellos les gusta llamar “doble trío”, tuvo su periodo más críticamente exitoso entre principios y mediados de los ’80, periodo de sus famosos discos (“Yellow”, “Blue”, “Red”) con sus cubiertas en Amarillo, Azul y Rojo. Adrian Belew tenia la destreza de sacarle los sonidos animales más impactantes a su guitarra, incluyendo gaviotas en vuelo y águilas, rinocerontes y elefantes. En un determinado momento produciendo ásperas, elegantes y románticas baladas, y al minuto taladrándote los tímpanos con un trueno prehistórico y aterrenal. A años luz de distancia, en cuanto a técnica concierne, está Robert Fripp, también en guitarras. Con su precisión, su tempo impecable, y su uso de loops tanto digitales como en cinta, Robert podría componer texturalmente sinfonías enteras por sí solo.

A ellos se sumó Bill Bruford, por mucho tiempo considerado como uno de los mejores bateristas de su época. Melodista y baterista por partes iguales, con sus disparadores, baterías sintetizadas, instrumentos acústicos y étnicos, Bill forma casi una banda completa en sí mismo.
Esta amalgama, esta música tan masivamente densa, con partes tan dispares que a primera vista parecen no tener sentido musical en absoluto ...pareció casi milagrosamente tomar coherencia cuando Tony comenzó a tocar. Sin asumir nunca el rol tradicional de aumentar los cambios de acordes de los teclados o reforzar las líneas de guitarra, Tony extrajo de su instrumento notas y acordes sabrosos. Aunque es más que capaz de brindar grandes proezas técnicas cuando ello es necesario, las partes de bajo de Tony se convirtieron en el “pegamento” que unió a Bruford con los estilos de guitarra, gemelos pero opuestos, de Fripp y Belew.

Tony realmente pareció aprender el viejo adagio según el cual “para ser escuchado entre una multitud, simplemente hay que susurrar. La diferencia en el tono de tu voz te llevara junto con tu mensaje”.

Así es que Tony “susurró”. Susurró largos y oscuros sonidos, usando notas anchas, enormes y líquidas que pueden dar color y forma a diez compases enteros con un solo pulso. Su estilo ha sido definido como “minimalista”. Otros lo llaman orgánico, sensual, y, por supuesto, sexual, pero todos coinciden en que es exactamente lo que la música necesita. Tony es el elemento que le da unidad a todo. De lo cual pueden dar fe todos aquellos con quienes o para quienes Tony trabaja.

Hasta su presencia en el escenario lo dice todo sobre su estilo. Ya sea con su Stick Chapman, ese instrumento que misteriosamente combina las técnicas de guitarra y bajo, o sus Music Man trasteados o sin trastes, cualquiera sea el instrumento, Tony lo sostiene cercano a su pecho ya su corazón, como a una amante. El mango se mantiene casi vertical, casi paralelo a su columna vertebral. Con un leve giro de cabeza hacia la izquierda, queda cara a cara con el clavijero.
Sus piernas se mantienen bien separadas, los pies firmemente plantados sobre el suelo. Esa gran distancia entre los pies le permite encorvar el torso casi como una cobra a la captura de la música. Es como si a través de su presencia fuera capaz de extraer los sonidos terrenales que nos hace oír.
Esto es magia. Realmente. Tony siente la música profundamente, pero no trata de ser “profundo”. Lo suyo no es una pose afectada.

Cuando las luces del escenario se apagan y los equipos se guardan, sus preocupaciones derivan hacia su maquina de capuchino, su moto, su laptop y su perro. Obtiene gran placer de los viajes de gira, y se ha construido un régimen y una técnica para no sólo hacerlo exitosamente, sino también para hacer que las giras sean divertidas después de todos estos años, pero completamente distinto a la típica vida en la ruta de las estrellas de rock.
En el preciso momento en el que Tony y yo estamos hablando, él está en California terminando su disco más reciente. Junto con el California Guitar Trio están trabajando en algunas pistas. La cosa marcha bien y Tony esta satisfecho. También ha estado de gira con ellos por algún tiempo, y el día de hoy ha sido un día de descanso para los músicos, por lo que ellos aprovecharon el tiempo libre para meterse en el estudio.

¿Así que tienes tu propio proyecto terminado y tu nuevo libro “BEYOND THE BASS CLEF – The life and art of Bass Playing” (“Más allá de la Clave de Fa – La vida y el arte de tocar el bajo”) terminado e impreso?

Sí, el libro en realidad salió ya hace un tiempo, pero me tomó medio año meterlo en las librerías. Lo que no es fácil. Lo publiqué yo mismo a través de (su propia empresa) Papa Bear Records, así que el solo trabajo de meterlo en (la famosa librería) Barnes & Noble me llevó un tiempo.

Terminas convirtiéndote en un estratega y supervendedor al tratar de hacer las cosas por tu cuenta, ¿no?

No soy bueno para los negocios, aunque tampoco tan estúpido, pero tiendo a no estar muy dependiente de ello, porque prefiero tocar el bajo. Por suerte, prácticamente todos los días encuentro una manera de tocar el bajo en algún lugar. Así que empiezo algún asunto de negocios como tratar de que el libro llegue a las librerías y antes de que recibir todas las respuestas a las llamadas telefónicas, me llaman para tocar en algún buen disco y ya está, me olvido de los negocios.

¿Intentaste delegar tareas en otros miembros de la empresa?

No hay “otros miembros de la empresa” en Papa Bear Records. Soy yo solo (risas). Bueno, yo digo que soy sólo yo, pero tengo una especie de secretaria que se ocupa de cumplir con los pedidos. Cuando alguien manda el dinero para un pedido, quiere que le llegue el disco o el libro enseguida. Los compradores no quieren escuchar excusas como que estuve de gira y no se los pude enviar. Así que el trabajo de esta persona es manejar los pedidos, con lo que esa parte funciona eficientemente. Pero no puedo hacer que maneje mis llamadas telefónicas también; para eso tendría que pagarle mucho más de lo que le pago



















¿Por que no manejaste tu carrera como otros, trabajando en bandas? Y además, ¿por qué crees que te volviste tan diverso? Tienes una gran paleta musical de donde escoger.

En primer lugar, si miras todas las grabaciones, te va a dar una cierta idea. Yo en realidad no pienso en mí de esa forma. Hice muchas cosas distintas a lo largo de todos estos años, por lo que para mí ya no es una variedad tan diversa de trabajos. Algunas de las cosas más suaves son realmente viejas. Hoy en día estoy haciendo cosas más progresivas, más rock y menos pop. Por otra parte y como cualquier otro músico, sé que no creo las propuestas de trabajo que me llegan, sólo puedo esperar que las propuestas lleguen. Cuando llegan muchas propuestas, elijo las que me parecen más atractivas. De modo que en un sentido muy real, no estoy creando un plan musical muy variado, sino que es la forma en que las cosas resultan. Es simplemente cuestión de conseguir trabajo. Yo decido en función de la música: si me resulta atractivo, lo hago. ¡Ciertamente he tocado en una cantidad de discos en los que el presupuesto no alcanzaba ni para pagarles a los músicos, ni para pagar el traslado hasta el lugar de la grabación! Así que en esos casos me hago enviar una cinta, o algo así.

¿Te envían el DAT (digital audio tape), tu le agregas tus partes y lo envías de vuelta?

Sí, algo así. Musicalmente, si quiero hacerlo, simplemente lo hago. Usualmente mi mayor problema es que a veces estoy simplemente muy ocupado. Odio perder la oportunidad de hacer buena música, cualquier buena música, y si encuentro una chance para participar de ella, lo hago. Pasan tantos meses sin que aparezca una oportunidad de participar en la creación de buena música, que si te llaman para participar en algo que va a estar bueno, encuentras una manera de hacerlo aunque estés muy ocupado.

No te voy a pedir nombres, pero ¿hay artistas con los que desearías no haber trabajado nunca, o discos en los que hayas tocado y respecto de los cuales hoy no estés muy satisfecho?

Artistas, no tantos, no se me ocurren. En cuanto a discos, sí, seguramente, pero son discos que no conocerías. Casi siempre fue algún caso en que un productor me tuvo encerrado haciendo las partes de bajo, esencialmente partes de bajo que no me gustaban. Partes que el artista o el productor había creado. Eso no es normal, es inusual. Pero hubo casos en los ni siquiera supe por que me querían a mí, porque no me dejaron tocar ni una sola nota de la manera en que yo toco. Hubiera preferido que llamaran a alguna otra persona.

Esto tiene algo de elogio y algo de evaluación: no conozco a nadie que toque como tú. ¡Cuando alguien llama a Tony Levin para un proyecto, lo que obtiene es a Tony Levin!

Aprecio eso, tiene algo de flexibilidad. Lo difícil de estar en el estudio con productores y artistas es que se hacen muchas concesiones y hay demasiada “búsqueda grupal” de las partes. En los que yo llamo “los viejos tiempos”, cuando todos los músicos estaban juntos en el estudio, el bajista podía trabajar tranquilamente en su parte, porque nadie tenía tiempo para prestarle atención. Pero ahora, es usual que yo sea la única persona grabando, concentrada en mi parte, y que todos los demás tengan algo que decir de ella. Pero no me molesta, especialmente cuando el artista tiene una parte de bajo en mente y no es bajista. Piensan en términos “no bajísticos”. A mí me gusta combinar eso con mi mentalidad de bajista. Muchas de las partes que realmente me gustan y que he grabado resultaron ser producto mío y de alguien más. Un ejemplo es Paul Simon, que piensa muy melódicamente. Paul “canta” mentalmente todo, así que cuando piensa una parte de bajo se sienta frente a mí con la guitarra y canta melodías de bajo. Yo no toco exactamente esas melodías, pero las transformo en partes de bajo y algunas de esas muy lindas partes de bajo terminan apareciendo en los discos.





















Hay una graciosa introducción en tu nuevo libro, en prosa cuasi bíblica, sobre los bajistas y su lugar en el mundo de la música. Habla sobre la interminable batalla de decidir cuándo es demasiado y cuándo es suficiente. ¿A ti ya no te ocurre tan seguido, no?

(Risas) Ya no me ocurre porque esto es lo que hago, tiendo a gravitar hacia las partes simples. Te cuento una anécdota de John Lennon ...cuando me llamaron para tocar en su disco yo no lo conocía. Nunca supe quien le dio mi nombre. Pero me llamaron, y el primer día John vino a saludarme. Recuerdo sus palabras: “Hey, Tony, me dicen que eres realmente muy bueno. Simplemente no toques demasiadas notas”. Yo sonreí y le dije: “no te preocupes, soy la persona indicada”. Sabía que mi forma de tocar le iba a servir. Nos sentimos muy contentos el uno con el otro, John sentía que yo complementaba muy bien sus canciones. Y para mí resultó un enorme elogio que alguien de su estatura estuviera contento con mis partes.

¿Eso tuvo algo que ver con el reciente video en el que aparecen tú, Bunny y Rick Nielson de Cheap Trick?

No, ese video fue una idea de la compañía. Relanzaron una versión diferente de una de las canciones de aquellos días, grabada en aquellas mismas sesiones. Obviamente Cheap Trick y yo habíamos hecho una versión que no terminó en el disco. Por alguna razón, decidieron lanzar esa versión en un video. No sé por qué, pero me llamaron. Fue un poco salvaje, pero divertido. Cuando llegué no sabía como iba a salir, pero fue bastante divertido.

En cuanto a bajos eléctricos, usas Music Man predominantemente.

Sí, a veces uso otros bajos extraños, de los cuales tengo una cierta colección. En cuanto a bajos normales, usualmente toco los Music Man. Claro que toco otras cosas además de bajos normales, como el NS (Ned Steinberger) Electric Upright Bass y, por supuesto, el Stick. Y si tengo la oportunidad toco otros instrumentos “bajos”, por lo que, en otras palabras, no me gusta sentirme limitado a tocar solo el bajo.

¿Entonces eres promotor (endorsee) de Music Man?



¿Y no se te acercaron otros fabricantes?

Seguro. Usualmente, no me interesan otros bajos, pero, bueno, te doy un ejemplo. Hubo un tipo que me pidió que probara un producto suyo. Me gustó tanto que se lo compré, no le pedí que me lo obsequiara. Simplemente quería tenerlo. Además sería raro que, siendo conocido por usar Music Man, saliera de repente un aviso publicitario diciendo que toco otros bajos ...el bajo era un Status Graphite, suena muy diferente, un poco “de alta tecnología”. Cada tanto le encuentro utilidad, como cuando me llaman a una sesión y hace falta un sonido distinto.

Music Man tiene una versión del StingRay que incluye un micrófono piezoeléctrico además del micrófono convencional. ¿Me equivoco o el piezoeléctrico recoge también la calidez de la nota resonando en el instrumento, para producir un sonido casi acústico?

Se puede decir así, yo sólo puedo decirte mi opinión sobre ello. Es un micrófono distinto. En primer lugar, el bajo tiene el micrófono magnético normal, por lo que puede sonar como cualquier otro Music Man StingRay, o bien se puede agregar el sonido del piezoeléctrico, o bien usar sólo el piezo. Mi impresión de este micrófono es que tiene muchos más graves, muchos más agudos, y menos medios. Creo que cualquiera que lo pruebe coincidirá que en súbitamente suena más “bajístico”.


















¿Tú lo usas?

Sólo lo tengo desde que lo usé en el disco de Paula Cole. Tanto a Paula como al productor les encantó el piezo, así que terminé usándolo en parte del disco. Después me fui de gira con Seal, y no hice muchas grabaciones más porque estuve casi todo el año en giras, así que supongo que hasta ahora sólo lo usé en ese disco. Pero en los próximos años seguramente lo usaré en muchos discos.

Estuve leyendo que la gira de Seal empezó con muchos miembros, luego quedó reducida aun grupo esencial de músicos y finalmente se suspendió. ¿Sabes si se reiniciará, y si tú vas a estar?

Esa es una buena pregunta, y no sé la respuesta exacta. Sí sé que Seal terminó con esa banda. Ya no tenemos trabajo. Por lo que no voy a volver de gira con él. Tengo entendido que cada tanto hace algún show, pero lo hace con una banda distinta.

¿Fue por los costos de llevar un grupo grande de gira?

¡Sin duda! Pero no era sólo la banda, también tenía enormes gastos de producción. Una pena, realmente, ¡porque era un show tan bueno, y una banda tan buena!. Para mí era bueno porque me encantaba trabajar con él.

A mí me parece un tipo muy inteligente, sensible y culto. ¿Lo es?

Absolutamente. Y además es muy carismático y un gran tipo. ¡Y además, musicalmente es grandioso! ¿Que más se puede pedir? Supongo que lo que se podría pedir es que la gira continuara. Pero no sucedió.

Volviendo a los bajos por un momento, ¿para qué fue creado originalmente el Music Man de tres cuerdas, y qué afinaciones usas en él?

Es extraño, hace un tiempo los visité (a la gente de Music Man) y nos reíamos de ese bajo. La afinación es Mi, La, Re. Ese bajo en particular me lo hice construir sin controles de volumen ni de tono. Es simplemente un bajo para enchufar y tocar. Lo hice en cierta forma como una especie de declaración a mí mismo y como un bajo realmente útil. Hace bien lo que hace, pero no hace nada que no se pueda hacer con un bajo de cuatro cuerdas. Simplemente me gusta y sé que puedo usarlo en muchas situaciones. Cuando me lo hicieron yo estaba de gira con Peter Gabriel, y lo usé en todos los shows desde entonces.

¿Fue creado para poder usar tu invento, los “Funk Fingers” (N. del T.: los “funk fingers” son en realidad unos palillos de percusión que Tony hizo modificar para poder adosarlos a las puntas de los dedos de su mano derecha, pulsando las cuerdas con ellos y obteniendo así un sonido totalmente personal)?

No, pero usar los Funk Fingers en él es más fácil porque las cuerdas están un poco más separadas. Yo uso los Funk Fingers mucho en todos mis bajos.

Hablando de los Funk Fingers, y recordando que son uno de los productos que vendes a través de tu empresa Papa Bear y que tú eres la empresa, ahora que te quedan los últimos treinta pares de Funk Fingers, ¿no piensas que no puedes hacer todo al mismo tiempo?

Es la misma cuestión de los negocios. Lo que ocurre con eso es que hay una cadena de fabricación. Uno piensa que será realmente fácil, que simplemente consiste en conseguir que algún tipo los haga. Pero no lo es; involucra a tres empresas, hay que conseguir los materiales tres meses antes de que cada camada de productos se fabrique, y todo se complica. No ordené más palillos a tiempo, y hace como un año se terminaron. Así que decidí rediseñarlos y agregarles algunas mejoras antes de comprometerme a fabricar otros mil pares.

¿Así que básicamente vas a rediseñarlos antes de sacar la próxima camada a la venta?

Correcto, pero es algo que tendría que haber hecho hace un año, y tener ya la nueva camada lista. Todavía no los rediseñé. Y después de que les haga los cambios, todavía me va a tomar entre seis meses y un año la fabricación. Por lo que, en esencia, dejé de fabricarlos. En algunos años, cuando tenga más, súbitamente voy a publicitarlo y lentamente se venderán. Es una tontería, de todos modos.



















¿Se vendieron bien?

Depende de qué es lo que consideres como “bien”. Mi propósito al venderlos no era ganar dinero. Recuerdo que los vendía a $14 y después a $15. Créeme que no lo hice para ganar dinero. Simplemente me pareció genial que un montón de bajistas los tuvieran, los usaran en grabaciones y vieran qué tan lejos los podían llevar. Así que, en fin, no recuerdo exactamente cuántos vendí, pero seguramente fueron algo más de mil pares. ¡Sorprendentemente, más de mil bajistas los tienen!

¡Estuve leyendo el correo de fans respecto de los Funk Fingers, y realmente les encanta!

Y lo que resulta irónico es que originalmente armé la página de los Funk Fingers en el sitio de Papa Bear más bien como un foro de discusión de ideas. El hecho es que estoy muy ocupado y mi vida es vertiginosa, y entre tocar y hacer proyectos y hacer mi propia página web, “The Diary”, terminé si tener nada de tiempo para ver algo de la página de los Funk Fingers. Es la única página de mi sitio que no he visto en un montón de tiempo. Lo interesante para mí es que en un principio, los comentarios de los pocos bajistas que tenían los Funk Fingers eran acerca de lo difícil que les resultaba usarlos al principio. Pero al poco tiempo, los comentarios comenzaron a cambiar, como “hice tal cosa con ellos” o “¿qué te parece esta técnica que Tony Levin nunca intentó usar?”. Y fue divertido presenciar eso, porque son cosas raras para usar. Toma un tiempo acostumbrarse. Fue lindo ver como después de un tiempo la gente comenzó a hacer cosas con ellos que a mí nunca se me habían ocurrido. Es lo que yo quería que ocurriera.

¿Hablamos un poco del Stick Chapman, si te parece?

Ahora hay una versión de 10 cuerdas y otra de 12.

¿Presionas las cuerdas contra el mango con mucha presión o ataque para que las cuerdas resuenen, o sólo basta hacer contacto?
Muy poco, es el equivalente de una guitarra calibrada con las cuerdas muy, muy pegadas al mango. Con sólo apoyar un dedo entre los trastes ya tienes una nota.

¿Por lo que hay que practicar para tocar con mayor precisión?

Sí, el instrumento es muy sensible y no se lo puede sacudir mucho. Pero ya no me resulta difícil de usar. El Stick moderno esta muy bien calibrado como para no hacer mucho ruido.
Cuando lo usaste por primera vez, ¿tuviste que encararlo como si fuera un piano o como si fuera un instrumento trasteado?

No me costó adaptarme. Es raro, ayer nomás estaba hablando con Emmet Chapman, el inventor, sobre eso; decíamos que la gente que lo toma como algo nuevo se adapta rápidamente, mientras que a quienes tratan de tocarlo como si fuera una guitarra o un bajo o aun como un piano, les cuesta más adaptarlo a sus idiosincrasias. De hecho, yo siempre toque usando “hammer-ons” en el bajo, lo que es exactamente la misma técnica, por lo que no me costo mucho adaptarme al Stick.

¿Lo que significa que si no le trasladas tu “equipaje”, no hay problemas?

Claro, o que si casualmente usas mucho la técnica del “hammer-on”, como Eddie Van Halen toca la guitarra a veces, esa es la forma en que se toca el Stick.

¿Te permite hacer trabajo de acordes con ambas manos?

Sí, tiene una salida estéreo, con cuerdas de guitarra y cuerdas de bajo, que están completamente separadas. Lo ideal es enviar las cuerdas de guitarra a un amplificador de guitarra y tocar acordes en ellas, mientras se tocan partes de bajo con las otras cuerdas.





















¿Te hizo tocar más acordes en el bajo?

Como bajista, no toco acordes para nada. Y usualmente cuando toco el Stick en un disco, sólo toco la parte de las cuerdas de bajo. Las únicas excepciones se dan en King Crimson, donde en cierta forma me uno a las guitarras. También en mis propios proyectos, donde obviamente me resulta algo muy útil para componer. Así que compongo y grabo con el Stick muchísimo. Creo que de los tres álbumes que hice hasta ahora, en casi todos hay la mitad de Stick y la mitad de bajo.

Una de las cosas que más admiro de tu trabajo en Crimson es la forma en que tus partes, las de Adrian, las de Robert y la de Trey (Gunn) parecían no encajar unas con otras, pero de alguna manera encajaban. Tanto aparente caos súbitamente convertido en sinfonía

¡No estuviste en los ensayos escuchando todas las partes que NO encajaban! Eran realmente horribles y nos deshicimos de ellas. Por suerte nunca las escuchaste. Hicimos tantos experimentos exitosos como fracasados.

¿Hay mucha libertad para crear tus partes para King Crimson?

Sí, Robert (Fripp) y yo tenemos una gran relación musical. Ambos respetamos la musicalidad del otro, muchísimo. A veces él me da una línea de bajo. Un ejemplo sería la línea de “VROOM” en “VROOM VROOM”. Era como en los temas de “RED”. Él ya tenía una línea de bajo y yo no tengo problemas con eso. También quizás tiene una sección donde no sabe que hacer con el bajo y yo entonces me ocupo de ello. Otra forma de trabajo que tenemos consiste que en que él compone apenas la esencia de una pieza y se mantiene completamente al margen de lo que el bajo y la batería harán. Así yo logro prácticamente componer mis propias partes. Adrian (Belew) también me ha sugerido algunas bases de partes de bajo que funcionaron muy bien. Cuando trabajas con buenos músicos, y sabes que son buenos y los respetas y ellos te respetan, es bastante fácil trabajar.

¿Tienes listo un álbum doble con Bill Bruford?

Para completar un poco la información, Bill Bruford y yo hicimos un disco llamado BRUFORD-LEVIN/UPPER EXTREMITIES en mi sello Papa Bear Records, lo que significa que no va a vender mucho (risas). En Papa Bear yo no distribuyo los discos a través de desquerías, vendo a través del sitio web. Esa estrategia fue muy popular con los fans de Crimson, y nos permitió salir de gira un poco. Lo cual no es fácil para nosotros dadas las agendas de cada uno. De modo que nos fuimos de gira y grabamos todos los shows, en los USA y en Japón. Un poco después, este último verano, finalmente pude compilar todas cintas en un ADAT multipista, con lo que teníamos mucho para elegir, y había algunas cosas muy buenas. Así que las mezclé y las compilé en un CD doble. Podría haber sido un CD simple, pero teníamos muchas cosas buenas y yo quería incluir muchas de ellas. A David Torn, que es un guitarrista loco y tiene su propio estudio, y usa muchas técnicas de grabación muy locas, se le ocurrió la idea de hacer una “mezcla-dance” incorporando sólo elementos de Bruford/Levin en vivo. Eso sería una rara combinación, y lo que escuché hasta ahora es tan bueno que pensé que podría incluir un track de eso en el CD doble en vivo. Sería bastante inusual tener el mismo material en vivo y una “Dance Remix” en el mismo disco. Estoy seguro que ningún fan de Crimson estará interesado en una “Dance Remix”, pero es realmente buena, así que allí estará.

Mirando la sección fotográfica de tu sitio web, noté que tomas las fotografías en blanco y negro y las pintas a mano.

Sí, me gusta esa técnica. Le da una apariencia de tinte magenta.


















¿Agrandas las fotos, las pintas y luego las vuelves a reducir?

Bueno, realmente depende de dónde va a terminar la imagen. Durante mucho tiempo simplemente las pintaba a mano de la manera normal. Hay un cierto tipo de pinturas al óleo para eso y se usan hisopos. Pones la pintura encima y luego la vas sacando mediante el frotado. Es lo que le da esa textura suavizada. No hay que dejar mucha pintura en la foto. La idea es que el blanco y negro se note. Mi primer trabajo solista fue “World Diary”, y la cubierta era una linda terracota con una foto de un globo girando. Eso era un blanco y negro que entinté a mano normalmente. En la cubierta de mi segundo álbum, dejé marcas de pintura y pinceladas en la foto. Así tiene la apariencia de lo que realmente es, algo más que una foto retocada, tiene marcas intencionales que en cierta forma encajan bien. Para el tercer álbum tenía un plan para una foto, pero una vez que tuve la foto, decidí saltear ese paso. Así que quedó solamente la pintura sobre el lienzo. Mi idea original era una foto entintada a mano. Así que a lo largo de los años vengo usando menos de la parte fotográfica y más de la parte de pintura.

Estás trabajando en un diario fotográfico de tus años con King Crimson. ¿Cómo marcha eso?

Iba a estar listo para ahora, pero no cumplí con mis propias fechas limite. Ahora espero que esté para la primera mitad del 2000. Saqué un libro de fotos en los ’80, muy interesante, llamado “ROAD PHOTOS” (fotos de la ruta), pero se me terminaron y realmente no puede reimprimirlo. Como de todos modos he seguido tomando fotos, siempre tuve la intención de sacar un segundo libro de fotos. Tantos años en la ruta ....es bastante fascinante, hay muchas cosas locas que surgen. No es tanto mi narración de la historia, a veces cuando ves estos diarios en computadora, te das una idea de cómo era.

¿Llevas una laptop contigo en la ruta?

Sí, diferentes a lo largo de los años. Fui uno de los primeros músicos en llevar una, desde la época en que era una Radio Shack TR100, de esas en las que tu mismo tenías que escribir el programa. Pero no mantuve el diario permanentemente. La mayor parte del diario es de lo ’90, pero aun tengo algunas notas de los ’80. Los otros miembros de la banda sabían que yo llevaba el diario, y después de un tiempo siempre tenían una “frase del día”. Al cabo de un tiempo los otros se me acercaban con ciertas cosas, como por ejemplo, Robert Fripp se me acercaba y me decía “tengo algo para tu frase del día”, y era algo que había escuchado. Así que de alguna forma se transformó en el diario de la banda.






















¡De lo que he observado aquí, parece que el café se ha convertido en una especie de religión para ti! ¡Parece que no tendrías tiempo para intentar con otras drogas recreativas!

(Risas) ¡No me interesan las drogas para nada! El hecho de que la cafeína este ahí no es mi parte favorita, realmente. Quisiera que no estuviera, es sólo que me encanta el sabor. Me paso mucho tiempo de gira por Italia. Y a ellos les encanta el espresso, tanto como a mí. De ellos me quedó el gusto por el espresso. Así que me ha nacido una especie de pasión por él. Así que decidí llevar una máquina de espresso conmigo en la ruta, para tener un mejor espresso en el backstage, y por supuesto todo el mundo en todas las bandas que integro inmediatamente descubre el gusto por mi café. ¡Porque es muy bueno!

Respecto del libro “Beyond the Bass Clef”, ¿cómo hiciste para elegir exactamente lo que ibas a incluir en él? ¿Puedes contarnos sobre lo que decidiste incluir?

Cuando recién comencé con el libro no tenía pensado incluir nada en el aspecto educativo. Quería que tuviera anécdotas y simples pensamientos sobre música. Cuando ya lo tenía casi completo, sentí que, si bien no había equivocado el rumbo, había cosas que quizás el bajista que lo comprara podía llegar a pensar que yo no le estaba dando. No quería decepcionar a nadie. Así que, aunque creo que no tengo nada que decir, técnicamente, sobre cómo tocar el bajo, o sobre cómo posicionar las manos o cómo usar tal o cual digitación, sentí que seria bueno encarar el tema de lo que podría decir a los bajistas sobre tocar el bajo. Algo que pudiera serles útil. Fue un tema difícil para mí, y me tomó cierto tiempo, de hecho tuve que posponer la salida del libro por un tiempo, mientras intentaba escribir varios ensayos o capítulos. De hecho, originalmente yo sólo quería que fuera un libro sobre mí y sobre el bajo, pero terminó siendo un poco más sobre bajistas de lo que era en un principio. Creo que ha salido bastante bien, pero estoy seguro que quien lo vea como un libro de método sobre el bajo va a salir decepcionado.

¿Enseñas o das clínicas?

No, no lo hago. Sólo di un par de clínicas, y creo que daré algunas más, pero no me encantó darlas. La razón es la misma por la cual no enseño. Siento que todo lo que hago me gusta hacerlo bien, y creo que para enseñar tienes que realmente entender el proceso de razonamiento que hay detrás de lo que haces. Mientras que yo he sido siempre más bien intuitivo. Como músico, no analizo lo que hago ni por que lo hago, ni razono por que alguien puede pensar que mi forma de tocar es distinta de la de cualquier otro. Es por eso que nunca he enseñado. Por eso cuando estaba armando esta otra parte del libro, con ensayos instructivos y esas cosas, tuve que referirme a esos procesos. Tuve que pensar sobre ello. Por lo que ahora me siento un poco más preparado para dar una clínica.

¿Dirías que tocas más desde lo emocional que desde lo intelectual?

No sé cuál es la palabra que definiría desde dónde viene la inspiración. Es algo interior, eso es seguro. Es algo muy natural y fácil. Lo mío viene desde un lugar interior donde hay un sentido de que es lo que hay que tocar, combinado con las técnicas que tengo, y con el instrumento que estoy tocando. Tocar es muy divertido, por sí solo. Continuando con el tema diría que siento que yo, y otros músicos, somos muy afortunados por poder ganarnos el pan durante toda la vida haciendo música. Es una alegría inmensa. Sé que hay otras cosas que pueden interferir con esa alegría, y no siempre el camino es fácil. Pero aun así tengo suerte de poder hacerlo. Es muy divertido, y es una de esas cosas que siguen siendo divertidas. También te diré que no sé por que he elegido el bajo. Cuando era bastante joven llevaba algunos años tocando el piano. Mis padres me preguntaron que otro instrumento me gustaría tocar, y yo simplemente dije de inmediato “el bajo”. No supe por que lo dije, y hasta el día de hoy todavía no lo sé. Pero después de muchos, muchos años de tocar el bajo, finalmente me di cuenta de que fue una de mis más importantes y mejores decisiones. Sigo siendo muy feliz por tocar las notas graves, sintiendo lo mismo que sentía a los diez años. No sé por que soy tan feliz tocando las notas graves, pero tengo suerte de ser tan feliz haciéndolo.

Y nosotros también, Tony, nosotros también

Tomate algún tiempo para visitar la página de Tony en www.papabear.com y vuelve cada tanto. Tony es un escritor hilarante, su libro es reflexivo, irreverente y muy a la Monty Pyhton. Próximamente en GlobalBass habrá una actualización sobre el CD doble “Blue Nights” y sobre algunas de las millones de cosas en las que este hombre increíblemente prolífico esta involucrado, incluyendo otro libro, su nuevo álbum solista “The Passionate Bass”, el proyecto BOZZIO/LEVIN/STEVENS, pistas de un nuevo álbum para el Reino Unido que puede ver la luz del día o no, su eventual reunión con King Crimson para otra gira y álbum, etc., etc., etc. Le dijimos a Tony que él constituye uno de los argumentos más fuertes a favor de la clonación humana, sólo para que pueda terminar todos sus proyectos. Es inevitable sospechar que sus quejas por no ser lo suficientemente apto para los negocios sólo resultan un caso de demasiada creatividad y demasiado poco tiempo.

Fuente: Global Bass Magazine, 2000. http://www.globalbass.com/

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