miércoles, 3 de abril de 2013

Una guía para las guitarras resonadoras y dobros.


Raúl Barrantes

03.04.2013
 
 
Guitarras resonadoras: qué, por qué y para qué
 
Hubo un tiempo en que la guitarra no tenía un papel especialmente protagonista en la música popular. Esto puede sorprendernos hoy en día, pero cuando lo que estaba en boga era el jazz de orquesta, las big bands y el swing, a la guitarra le estaba reservado un segundo plano musical. La cosa, hacia finales de los años 20, comenzaba a cambiar poco a poco, apareciendo los que podríamos llamar “primeros guitar heroes”, pero sobre todo, adquiriendo la guitarra un papel rítmico más importante. 
 
 
El problema es que, en formaciones que podían llegar sin demasiada dificultad a la veintena de integrantes, con abundantes secciones de viento, resultaba bastante complicado hacerse oír desde las seis cuerdas. Un guitarrista bien podía ser simplemente ese tipo que ponía los dedos de forma antinatural sobre un mástil y que, en tiempos más recientes, se habría pasado todo el concierto mirando al técnico de turno con cara de pocos amigos y levantando el dedo hacia el cielo.
 
Sí, el volumen era un problema a finales de los años 20. Las guitarras acústicas se quedaban cortas en buena parte del contexto musical de la época. Y como hablábamos en este otro artículo, la consecuencia fue la aplicación del concepto de amplificación eléctrica, la aparición de las primeras pastillas electromagnéticas, y, en definitiva, el nacimiento de la guitarra eléctrica. Pero antes hubo un paso intermedio que acabó generando un nuevo tipo de instrumento, que se labró su propio espacio y a día de hoy sigue entre nosotros por méritos propios: la guitarra resonadora.
 
Tras el por qué, viene el qué
 
Ya nos hemos saltado alegremente el orden del propio título de este artículo, así que, sin más dilación, hablemos de qué es una guitarra resonadora. ¿Por qué resonadora? ¿No resuena cualquier guitarra acústica?
 
Lo cierto es que sí, pero este nuevo tipo de guitarra debe su nombre, y también su sonido característico, a una, o varias, piezas metálicas que lo hacen único: unos conos metálicos, de aluminio normalmente, que se insertan en el centro del cuerpo del instrumento. Estos conos resonadores permitían (y permiten) amplificar de forma puramente acústica el sonido de la guitarra, pudiendo alcanzar volúmenes considerables y, al mismo tiempo, añadiendo ciertos matices metálicos al sonido que, si bien hicieron que la resonadora no fuera útil en muchos de los escenarios para los que se había ideado, acabaron confiriéndole un atractivo irresistible en otros campos: blues, jazz, bluegrass, country...
 
La primeras resonadoras datan de 1927, cuando se fundó la National String Instrument Corporation (la National, para los amigos) con el objetivo de comercializar el diseño original de John Dopyera. Este eslovaco-americano, cuyo padre ya fabricaba violines en su país natal, llegó a la idea de los tres conos resonadores organizados en forma de triángulo que caracterizan al primero de los tres tipos principales de resonadora, las Tricone (triconos, vaya), tras diversos experimentos. Consiguió aumentar entre tres y cuatro veces el volumen de una acústica tradicional, y el modelo se popularizó pronto entre músicos de jazz.
 
Luego vendrían las single-cone, el segundo tipo principal de resonadora, que, como su nombre indica, sustituía los tres resonadores por un único cono más grande. La particularidad de éstas es que el puente descansaba sobre el propio cono, de forma que la vibración de las cuerdas se transmitía a éste, que las “amplificaba”. Por su forma, la del puente, a este tipo de resonadoras se las conocía popularmente como biscuit-style.
 
Dobro
 
En 1928, Dopyera dejó la National y fundó su propia compañía con sus hermanos. De ahí, de Dopyera Brothers, es de donde surgió el nombre de Dobro, con el que hoy en día designamos oficialmente a las resonadoras Gibson, pero que durante la segunda mitad del siglo XX acabó convirtiéndose en el término general para este tipo de guitarras, fuera cual fuera su diseño de base.
 
Las dobro de Dopyera se convirtieron en el tercer tipo principal de resonadora, ya que su creador tuvo que llegar a un nuevo diseño para competir con su antigua compañía. Ideó así un nuevo tipo de cono, colocado al revés (en forma de bol, se decía popularmente, con la parte cóncava hacia arriba), protegido por una araña y ésta, a su vez, por una tapa. A la vista del ya mencionada generalización del término dobro, podríamos afirmar, no obstante, que no solo fue el tercero, sino también el más popular
 
Para qué
 
Además de por su diseño, las resonadoras se pueden clasificar en dos tipos según su mástil: squareneck y roundneck. Las primeras, con su mástil plano, son las que se emplean para tocar en plan lap-steel guitar,es decir, sobre el regazo; mientras que las roundneck (mástil redondeado) son las que permiten abrazar el diapasón con la mano.
 
Independientemente del estilo en el que cada guitarrista se sienta más cómodo, lo cierto es que la guitarra resonadora, como ya hemos dicho, fracasó en su objetivo inicial. Las características de su sonido no la permitieron encajar demasiado bien en muchos de los estilos que practicaban las formaciones en las que este nuevo diseño debería permitir que la guitarra se oyera. Se oía, vaya, pero no gustaba demasiado. O tal vez nada. Sin embargo, mientras se desarrollaba la guitarra eléctrica como una mejor solución, las resonadoras encontraron un lugar entre guitarristas de blues, jazz y country, principalmente. 
 
Ya fueran de construcción en madera o completamente metálicas, las resonadoras fueron haciéndose un hueco en manos de guitarristas hábiles que descubrieron que su sabor a metal en el sonido resultaba seductor y condenadamente rico en matices. Probablemente, muchos de los grandes bluesmen del Delta de los años 30, armados con sus slides, tuvieran la culpa de que la resonadora no quedara relegada al olvido. Y, a partir de los años 50, la resonadora se introdujo con fuerza en el mundo del bluegrass. A día de hoy es en este género, seguramente, donde más habituales son estas guitarras.